Se usa para hablar de la peña que en una fiesta está plantada como un armario, sin bailar, sin socializar y casi sin pestañear. Es como decir que alguien está de decoración, de puro mueble. A veces se dice con guasa cariñosa y otras para meter un poco de caña, según el tono.
"Tío, la fiesta en el Sardinero estuvo brutal y tú en pleno muebleo, pegado a la pared con la copa en la mano como si fueras parte del mobiliario."