Se usa cuando alguien se pone a escuchar con mucha atención una conversación ajena, casi siempre para enterarse del chisme más fresco y sabroso. No es solo oír, es ponerse en modo radar chismoso total. En Nuevo León se aplica mucho en reuniones familiares, en la oficina o en la peda, y la verdad es que tiene su encanto.

"En la carne asada me hice bien güey, me puse a echar oreja atrás de la hielera y así me enteré de que el compa del taller anda quedando con la ex de mi primo, puro chisme regio de alto nivel"

Ponerse al tanto de los chismes del barrio o simplemente prestar atención, pero en plan discreto y relajado como un buen isleño.

"Ayer fui al mercadillo solo para echar oreja y enterarme del último salseo de la vecina."

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