Se usa cuando alguien arma un escándalo exagerado por una tontería, como si hubiera llegado el circo al barrio. Es hacer drama nivel telenovela por algo que se podría resolver con dos neuronas y un poco de calma. Vamos, que la persona se pone intensa sin necesidad, aunque a veces tiene su punto cómico.
"Vale, se te cayó un poquito de café en la mesa, pero no montes la feria, chama, que parece que se inundó todo Tucupita."