Término bien chapín y cariñoso para referirse a un gato, ya sea el de la casa o cualquier minino callejero que se deje querer. Es como decir michi o gato, pero con sabor guatemalteco y un toque de picardía. Suena tierno, pero también sirve para regañar al animalito cuando hace alguna travesura.
"Vos, apurate a levantar la ropa porque el mish ya se subió a la cama y si se orina otra vez tu mamá nos va a hacer clavo a los dos."