Expresión madrileña para hablar de esas soluciones inesperadas que te salvan el culo en el último momento, como si el barrio tuviera poderes secretos. Se asocia a Lavapiés, con su mezcla de gente, bares y caos simpático, donde siempre aparece alguien o algo que te echa un cable. Y oye, a veces parece magia de verdad.
"Tía, estaba tieso perdido y de repente me llaman de un bar de Lavapiés para pinchar el finde, me pagaron bien y saldé la deuda, fue un milagrito de Lavapiés total."