Expresión típica de la isla de Margarita para decir que algo está helado cuando se supone que debería estar caliente o al menos tibio. Sale de la idea de que en septiembre el clima margariteño se pone más fresco y ventoso. Es una forma muy criolla de quejarse con humor, y la verdad es que suena sabroso decirla.
"Chamo, este café está más frío que septiembre margariteño, parece que lo sirvieron anoche en la playa y se olvidaron de mí."