En Boyacá se usa para hablar de salir a caminar sin rumbo fijo, sin afán, solo por pasear y dejarse llevar por el paisaje. Es como vagar pero en versión campestre, disfrutando del clima, las montañas y la vida tranquila. A veces se maletea para pensar, otras solo por no quedarse encerrado, y la verdad tiene su encanto.
"Dizque íbamos a maletiar un ratico por la vereda y terminamos metidos en un potrero, hablando con el vecino y comiendo cuajada con melao hasta que cayó la noche"