Se usa para llamar cariñosamente despistado a alguien que va en su mundo, medio empanado y reaccionando tarde a todo. Viene de la idea de una loncha de jamón ahí tirada, fuera de sitio, que nadie sabe muy bien qué pinta ahí. Es medio burla, medio ternura, y hay que admitir que tiene bastante gracia.
"No le preguntes nada a Pablo antes del café de la mañana, que a esas horas va hecho un lonchet mirando al infinito como si escuchara voces de otro planeta."