Se usa para hablar de alguien que anda al pedo, sin hacer nada productivo, dando vueltas como el viento patagónico que sopla siempre pero nunca parece ir a ningún lado. Es una forma medio en broma medio en crítica de decir que la persona es re vaga o que vive colgada en su mundo. Y hay que admitir que suena bastante pintoresca.
"Mirá al Juancito, desde que terminó la escuela anda loncha de viento por el centro, se clava un café tras otro y ni pinta de ponerse a buscar laburo en serio."