Se usa de forma juguetona para decir que alguien se va a echar una siesta corta pero poderosa, de esas que te dejan como nuevo. Es como decir que te tiras un rato a descansar para recargar pilas y seguir con el día sin morirte de sueño. Y la verdad, hasta las zanahorias se lo merecen.
"Aguanta, antes de seguir con la tarea me voy a echar un zanahoriazo en el sillón, porque si no me quedo dormido en la videollamada con el profe."