Se usa para decir que algo es un logro enorme, algo que salió tan bien que hasta sorprende, con ese punto bruto y gracioso tan gallego. Es como decir que la persona se salió del mapa con lo que consiguió. Suena a orgullo, a esfuerzo bien invertido y a comentario de bar con retranca fina.
"Conseguiste aparcar en el centro un sábado de rebajas, sin dar mil vueltas ni nada, eso sí que fue un logro de carallo, meu."