En guaraní significa tortuga, pero en Paraguay la usamos para bardear con cariño a la gente que se mueve lentísima, tipo que parece que el tiempo no le corre. Es ideal para cuando alguien está colgado, distraído o simplemente con una pereza épica. Y hay que admitir que suena tan tierno que hasta da gusto que te digan así.
"Apurate karumbé, que con esa velocidad no llegamos ni a la esquina a comprar chipas antes que se acabe el tatakuá."