Palabra bien paraguaya para describir una pereza extrema, de esas que te dejan pegado a la cama o al sillón sin ganas de hacer absolutamente nada. Es como estar aburrido, pero elevado al máximo nivel, con cero motivación para moverte. Y hay que admitir que todos hemos tenido un día de kaigue brutal.
"Che, vamos a jugar una piki en la plaza. Nah, estoy con un kaigue terrible, ni para levantarme a cambiar de canal tengo fuerza."