Se usa para decir que hay que recoger todas las cosas y largarse rápido, casi siempre porque la situación se puso fea, aburrida o ya no tiene sentido seguir ahí. Es muy de cuando toca retirarse con dignidad antes de que todo se vaya al carajo. Y hay que admitir que suena bastante sabroso decirlo.
"Cuando empezó a llegar la policía al toque en la cancha, no lo pensamos dos veces y nos pusimos a juntar los peroles y a desaparecer del mapa."