En Santa Cruz se le dice jalatrapos a la persona que vive de fiesta, que se apunta a todos los boliches y nunca dice que no a una salida nocturna. Siempre está jalando a los panas para seguir la farra, aunque al día siguiente amanezca hecho bolsa con una resaca que ni se puede parar. Y hay que admitir que a veces da envidia su aguante.
"No le digás a ese jalatrapos de Luis que hay 2x1 en el boliche, porque se aparece con toda la tropa y terminamos amaneciendo en el tercer after sin saber ni dónde dejamos el auto."