En Valencia se usa para decir que te lanzas a la fiesta a lo bestia, sin pensar mucho y con cero vergüenza. Es salir con la idea de quemar la noche, entrar a todos los garitos que pilles y dejarte llevar por la música y el desmadre. Básicamente, salir a pasarlo tan bien que al día siguiente ni recuerdas cómo volviste.
"Tú vente cenado y con las pilas cargadas, que esta noche nos vamos de sala por el Carmen y no volvemos a casa hasta que estén poniendo los churros."