Expresión del norte de Chile para decir que alguien está enredando algo que era fácil, metiéndole drama o detalles innecesarios. Es como cuando el caldillo ya está bueno y vas y le echas harina, lo dejas espeso y medio arruinado. Se usa harto para bajar los humos y recordar que a veces lo simple es mejor, aunque cueste aceptarlo.
"Oye, deja de darle tantas vueltas al carrete, tení la casa, la música y las chelas, no le echéi harina al caldillo con tanta encuesta por WhatsApp."