En Cundinamarca se usa para hablar de cuando alguien se pone a decir frases románticas o medio subidas de tono, a veces con gracia y a veces bien cansón. Es como disparar cumplidos a lo loco, sin filtro y sin mucha poesía. A veces suena coqueto, otras ya parece concurso de a ver quién fastidia más, pero igual tiene su encanto.
"En la esquina del barrio, el man ve pasar a la vecina y empieza a tirar piropos tan seguido que hasta el del puesto de empanadas le dice que ya deje la recocha."