Expresión muy tolimense para decir que alguien está furioso, con la piedra al tope, que mejor ni le hablen porque explota. Es como si fuera por ahí cargando un costal de rabia en la espalda y cualquier cosa lo termina de reventar. Suena chistoso, pero cuando alguien anda así, más bien tómele distancia.
"Parce, ni le diga a mi papá que rayó el carro, que anda llevado de la piedra desde que se quedó sin sueldo y es capaz de tirarnos las chancletas por la ventana."