En Cundinamarca se usa embalarse cuando alguien se mete en mil cosas a la vez, se emociona de más o se llena de problemas y luego no sabe cómo frenar. Es como arrancar en bajada sin frenos y terminar ahogado en vueltas. Muy de ponerse en un camello gigante por andar diciendo que sí a todo.
"Me embalé aceptando trabajos, favores y hasta cuidar el perro del vecino, y ahora estoy trasnochando con tinto frío, todo estresado, preguntándome en qué momento me metí en este camello tan bravo."
Se refiere a tomar una decisión apresurada o comenzar una relación amorosa demasiado rápido, como si estuvieras en una montaña rusa sin frenos.
"Camilo ya se embaló con este nuevo proyecto y ahora está más ocupado que un burro en un día de mercado."