Expresión usada para describir a alguien extremadamente amable, cariñoso y detallista, tan dulce que hasta empalaga un poco. Es como un postre moqueguano bien cargado de azúcar, rico y querido, pero que en exceso puede cansar. Se dice con cariño, aunque también con un toque de burla cuando la persona ya se pasa de melosa.
"La Rosita es un dulce de Moquegua, llega con quequitos, besitos al aire, abrazos para todos y hasta tarjetitas cursis, ya parece propaganda de telenovela mexicana en plena oficina."