Expresión bien catamarqueña para decir que alguien se va rápido, sin mirar atrás y casi sin despedirse. Se usa cuando uno se raja de un lugar porque pinta quilombo, porque ya se pudrió todo o porque no quiere quedar pegado. Es una forma graciosa de decir que salió disparado, como equipaje de viajero que no se queda a vivir.
"Cuando vieron que caía la cana al boliche, el Chueco se fue como la maleta del forastero, dejó la birra por la mitad y al rato nadie sabía ni por dónde había salido"