Expresión yucateca para decir que alguien se va a dormir la siesta bien sabroso, casi siempre después de atascarse de comida. Es como anunciar que te desconectas del mundo y te vas directo al reino de los sueños con la panza llena y cero pendientes. Suena tan ridículo que hasta dan más ganas de irse a la vilislandia.
"Comí tanto cochinita que ya ni puedo respirar, mejor no me busquen porque en cinco minutos me voy a la vilislandia hasta que baje la tragazón."