Se usa cuando algo está tan brutalmente bueno que parece mentira, como si no fuera de este mundo. Sirve para comida, planes, personas, lugares o lo que sea que te deje con la boca abierta. Es como decir que está demasiado bueno para ser real, y la verdad es que suena bien exagerado y sabroso.
"Parce, ese concierto anoche estuvo irreal de bueno, salimos todos afónicos y todavía queremos que empiece otra vez."