Forma bien cariñosa y relajada de llamar a un amigo, a un conocido o a alguien que te cae bien, como decirle guachito pero con más ternura todavía. Se usa harto cuando se está leseando, tirando la talla o cuando alguien anda de galán y uno lo molesta con cariño. Es de esas palabras que suenan a abrazo con polera de feria.
"Ya po, huachito, deja de hacerte el mino con la cajera y ven a ayudarme con las bolsas antes que se arme la media fila en la caja del súper."
Dícese del recuerdo nostálgico que proviene de haber pasado una buena juerga, sobre todo si te quedaste con ganas de algo más.
"Ayer fue épico en la fiesta patronal, y ahora estoy con un huachito que no se me quita al recordar esos pasos prohibidos."