Expresión muy usada en Santa Fe para decir que algo o alguien quedó destruido, reventado o hecho polvo, ya sea por un golpe, una paliza, una mala racha o una situación que lo dejó sin energía. Sirve tanto para cosas físicas como para el estado anímico. Es bastante gráfica y un poco bruta, pero por eso mismo tiene su encanto.
"Fuimos a jugar al fulbito, nos comimos cinco pepas y el arquero terminó tan hecho moco que ni con fernet, asado y cumbia villera se le pasó el bajón."