Expresión bien santiagueña para decir que hace un calor insoportable, de esos que te dejan pegado a la silla y te derriten el cerebro. Se usa cuando el sol está tan bravo que ni la sombra te salva y sentís que te vas a evaporar. Es como exagerar el calor con humor, porque si no te reís, te cocinás.
"Hermano, salí cinco minutos a comprar pan y volví chorreando, hace un chajá de calor, ni el ventilador del rancho da abasto"