Palabra usada para referirse al fastidio o la pereza cuando algo es un camello hacer.
"Oiga parce, qué güeva tener clase a las siete de la mañana un lunes."
En Boyacá güeva se usa para hablarle a alguien joven, medio despistado o que todavía no sabe mucho de la vida. Suena a regaño pero en el fondo es medio cariñoso, como cuando uno se burla del parcero porque la embarra cada rato. Eso sí, depende del tono, porque si se dice bravo ya no suena tan tierno que digamos.
"Oiga güeva, si vuelve a meter la mano en la olla caliente lo que se va a llevar es una quemada brava, deje de hacer tanta güevonada y póngale cuidado a lo que le dicen en esta casa."
En Caldas se usa güeva para hablar de alguien extremadamente perezoso, que le huye a cualquier esfuerzo y vive aplazando todo. Es esa persona que ve un vaso en la mesa y prefiere morirse de sed antes que pararse a traer agua. Suena fuerte pero cariñoso, y hay que admitir que a veces describe a medio barrio.
"Parce, invité a la güeva de Juan a jugar micro y dijo que le daba mucha pereza ponerse los guayos, ese man nació cansado."