Se usa en el norte para decirle a alguien que es bien friolento, que con tantito aire ya anda temblando y que siempre trae suéter aunque el resto esté a gusto. Es medio burla cariñosa, como decirle exagerado del frío. Ideal para esos compas que viven en Baja pero sueñan con clima de playa todo el año.
"No manches, estamos a veinte grados y tú ya todo frilludo con bufanda, gorro y hasta guantes, pareces listo pa' irte a la nieve de la Rumorosa."