Se usa para decirle a alguien que está totalmente equivocado, desubicado o diciendo una burrada que no encaja ni a balas. Es un juego de palabras con suponer y supositorio, como si la metida de pata fuera tan incómoda como tener uno puesto. Es medio troleo cariñoso, pero igual pica un poquito cuando te lo sueltan.
"Si piensas que en Lima no hace frío y que la chamba cae del cielo, estás supositorio, causa, despierta que ya es lunes."