En Corrientes se usa para decir que alguien está re mareado, aturdido o medio ido, como si tuviera la cabeza llena de bichos dando vueltas. Puede ser por cansancio, por calorazo del Litoral o por haberse pasado de copas. No es muy fino, pero tiene su encanto chamigo, porque pinta perfecto cuando uno queda medio en otra.
"Mirá al Juanchi después de bailar chamamé bajo el sol y bajarse tres birras bien frías, está todo embichado, ni sabe dónde dejó las ojotas."