Se usa en Risaralda y la zona cafetera para decir que alguien está lleno de energía, animado, con toda la actitud y el empuje típico del paisa trabajador. Es como estar piloso, con ganas de hacer mil cosas y sin miedo al día. Y la verdad, cuando uno está así, hasta el lunes sabe menos feo.
"Parce, después de ese tintico bien cargado quedé hecho un paisa, con ganas de trabajar, estudiar, ir al gimnasio y hasta ayudarle a mi mamá a lavar la loza sin que me regañe."