Se usa para decir que estás reventado, sin pilas, que no puedes más y te caerías redondo en cualquier lado. Es como cuando vuelves de currar, de fiesta o de patearte la isla y tu cuerpo dice basta. Vamos, que estás frito en mallorquín y el sofá se convierte en tu mejor colega del mundo.
"Tío, después de currar todo el día en el chiringuito y luego subir al Puig Major, llegué a casa frito en mallorquín y caí en la cama sin ni ducharme ni nada."