En Junín se usa para decir que alguien es muy capo, un crack total en algo, que la rompe sin esfuerzo. No va tanto por el peso físico, es más un halago bien cariñoso para el que destaca en lo que hace. A veces también se suelta entre patas para vacilar con confianza, pero casi siempre suena a respeto y admiración.
"Ese Juan es un gordazo al volante, maneja en plena lluvia por la Carretera Central y tú vas atrás durmiendo como bebé sin enterarte de los huecos."