Se usa para decir que alguien está medio colgado, aturdido o en la luna, como si tuviera la cabeza llena de flores y nada le aterrizara. Es ese estado en el que te hablan y tardás mil años en reaccionar. Muy porteña la cosa, y hay que admitir que suena bastante tierno para decir que estás re despistado.
"Che, Juan, dejá de estar floreado mirando la pared y ayudame a encontrar las llaves que el bondi no nos espera ni a palos"