Se usa para hablar de esa persona que se mete en todos los asuntos, opina de todo y quiere estar en cada chisme del barrio. Es como el todólogo oficial de la cuadra, nadie lo llama pero igual aparece. A veces hace gracia, pero también puede cansar cuando no deja respirar a los demás.
"Mira a la Rosa, está en todas las horas: comenta el chisme del mercado, opina del alcalde y hasta se mete en la pelea de los vecinos sin que nadie le diga nada."