Se usa para decir que alguien está todo tieso, bien rígido, como tamal recién salido de la olla y bien amarradito. Aplica cuando la banda se pone nerviosa, sacada de onda o apenada y se queda casi sin moverse ni reaccionar. Es una forma muy gráfica de burlarse con cariño del que se quedó paralizado.
"La profe le preguntó a Lupita enfrente de todo el salón y la morra se quedó en modo tamal, ni respiraba, todos pensando que ya se nos iba a desmayar ahí mismo."
Frase usada para decir que estás relajado, cómodo y sin ganas de moverte, como un tamal bien envuelto.
"¡Parce, después de ese almuerzo quedé en modo tamal! No me muevo ni por un millón."