Se dice de alguien que está actuando de manera extraña o loca, como si tuviera un tornillo suelto.
"¿Viste a María en la fiesta anoche? Estaba como una puerta con esos bailes raros que se inventó."
Se refiere a alguien que está totalmente abierto a nuevas experiencias, aceptando cualquier idea loca o plan descabellado sin pensarlo dos veces.
"Cuando le propusimos cruzar el charco con nada más que mochilas y buena vibra, Sergio dijo '¡Vamooooos!' y supimos que estaba más como una puerta que nunca."
Usado cuando alguien está completamente abierto al chisme y no retiene ni un solo detalle de lo que sus orejas atrapan en la calle.
"¡Tía, con tus comentarios te has pasado! Estás como una puerta; menuda historia le contaste a todo el bar."