Expresión utilizada para describir a alguien que está increíblemente aburrido o insoportablemente cansado, como si llevara el peso del mundo en la espalda.

"Después de escuchar toda la conferencia, me quedé más apagao que una vela; estaba como un plomo."

Se usa para decir que alguien está pesadísimo, que aburre hasta a las piedras y corta el rollo allá donde va. Puede ser porque está serio, de mala leche o dando la chapa sin parar. Vamos, que en vez de animar el ambiente lo hunde. Y hay que admitir que todos hemos sido un plomo alguna vez.

"Tío, ayer en la verbena el Juan estaba como un plomo, ni bailaba ni ná, parecía que le habían quitado las pilas delante de la orquesta."

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