Se usa cuando alguien está exageradamente feliz, tan contento que no le entra la alegría en el cuerpo. La imagen es la de un perro tan emocionado que, en vez de una, tiene dos colas moviéndose sin parar. Es una forma muy gráfica de decir que estás re manija de la felicidad, y la verdad es que la comparación es bastante tierna.
"Cuando le dijeron a la profe que se suspendían las clases por una semana, salió del colegio como perro con dos colas, re feliz, abrazando a todo el mundo y planeando mateadas en la costa."