Se usa para decir que alguien está raro, apático o medio pocho, como descolocado y sin ganas de nada. No es solo estar triste, es más bien estar en un punto raro que ni tú mismo te aclaras. Vamos, que estás asina y no sabes si reír, llorar o meterte en la cama y desaparecer un rato.
"Desde que lo echaron del curro, el Manolo está asina, se queda mirando las vacas en el campo y ni se entera de que le estamos vacilando a dos metros."