Se usa para decir que alguien está totalmente al pedo, sin hacer nada útil, perdiendo el tiempo de la forma más absurda. La comparación es con el rabo del tero, que supuestamente no sirve para nada y queda ahí de adorno. Es una forma bien criolla de remarcar que la persona está pintada al óleo, pero con onda.
"Che culiau, estás al pedo como rabo de tero, hace media hora que mirás la heladera vacía como si fuera Netflix, ponete las pilas y cebate unos mates al menos."