Se dice cuando alguien está esperando un marrón que viene de camino y hace como que está tranquilo, pero por dentro está cagado de miedo. Es esa sensación de estar en la fila para que te echen la bronca, te lean la cartilla o te caiga castigo. Vamos, que sabes que viene tormenta y estás ahí plantado esperando el chaparrón.
"Desde que rompió el coche de su padre, Manolo está aguantando el paredón en el salón, mirando la tele sin verla, esperando a que su viejo llegue y le monte la de Dios es Cristo."