Expresión muy de pueblo para decir que tienes un hambre salvaje, de esa que te deja medio temblando y mirando la nevera como si fuera un tesoro. Es como decir que estás a nada de desmayarte del hambre y que te comerías lo que pillaras. Suena graciosa, pero cuando la dices suele ser bastante verdad.
"Ni desayuno ni ná, llevo todo el día de gañoteo en el campo y ya estoy a tres cuartos de chicha, como tardes cinco minutos más en poner la comida me zampo hasta el mantel y al perro de postre."