Se usa cuando andás sin un cinco, con la billetera en coma y la cuenta del banco llorando. Es estar tan pelado que hasta pensás dos veces antes de subirte al bus. Básicamente, cero presupuesto y muchas deudas rondando. Y la verdad, solo de oírla ya dan ganas de que paguen la quincena.
"Mirá vos, me invitaron a la playa pero estoy a puro rojo, ni para las baleadas tengo, así que me toca quedarme viendo novelas en la casa."