Se usa cuando algo está baratísimo, tan barato que parece que lo estuvieran regalando. La idea es que cuesta casi lo mismo que un pasaje de guagua, o sea, cuatro lochas. Es una forma muy venezolana de decir que pillaste una oferta absurda, de esas que hasta dudas si es legal de lo barata que salió.
"Chamo, ese combo de hamburguesa con papas y refresco me salió a precio de guagua, casi que me lo llevo con las monedas que tenía tiradas en el carro."