Se usa para decir que algo es un despropósito total, una chapuza o una situación tan absurda que no hay por dónde cogerla. Es como ver un cuadro mal colgado y encima torcido, pero aplicado a cualquier cosa que te deja loco. Suena suave, pero lleva bastante veneno irónico dentro, y por eso tiene su gracia.
"Veo el cartel del ayuntamiento con faltas de ortografía, el logo pixelado y el color chillón y suelto: Eso es una sala, ¿quién ha dado el visto bueno a esa movida?"