En Extremadura se usa para decir que alguien se ha dejado la vida en una tarea que tampoco lo pedía tanto, que ha gastado más fuerza que sentido común. Es como ponerse a barrer una pradera o fregar el campo entero. Suena a campo, a pueblo y a persona que se lía a trabajar y luego no siente ni las piernas.
"Me puse a esmondranchar el corral, quité hasta las piedras que llevaban allí desde los romanos y acabé más reventado que el altavoz de la verbena del pueblo."