Expresión muy usada cuando alguien está medio perdido, no capta bien la idea o anda distraído y confundido. Es como decir que la persona no termina de entender nada, que está en la luna y no agarra ni la mitad de lo que le explican. Suena gracioso, pero también es un jalón de orejas cariñoso.
"Le expliqué cómo prender la moto, cómo meter los cambios y todo el rollo, y el tipo todavía se la echaba un pelón, casi se monta al revés, vale."