En Costa Rica se usa para decir que alguien se toma un descanso del brete, se despeja un toque o se va a pajear la mente viendo qué más hay pasando alrededor. Es como asomarse simbólicamente a una ventana para desconectarse del estrés y recargar pilas. Suena inocente, pero a veces es pura vagancia disfrazada.

"Mae, ya llevo tres horas con este informe, me voy a echar una ventana, a ver si con un cafecito y chismeando en la soda se me acomoda el coco."

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